Su ubicación original estaba en la Hacienda Varillar, que deslindaba al sur con Rivadavia y La puntilla de San José, y al nor-este con la "Quebrá de la Plata". Su propietario era Don German Geraldo, dueño de caballares, Vacunos y cabras. Aquí estuvo la primera capilla católica y la primera escuelas de nuestro pueblo La casa habitación era conocida como La Casa Blanca, que aún estaba en pie durante los años 60 a 80, en el otrora fundo de Don Domingo Pinto
El 29 de abril de 1859, la vida de la apacible hacienda tuvo un vuelco que cambió el rumbo de su existencia para siempre. En aquellos años Chile vivía tiempos de agitaciones y una de esas fue la batalla de Cerro Grande, conocida también como la batalla de Los Lomos. Se cuenta que una fracción de los perdedores huyó hacia la República Argentina y que en su paso por el Valle de Elqui iban desolando poblados y haciendas, llevándose el ganado.
La viuda pidió que los restos del difunto fueran depositados en la capilla de la hacienda. Este dato aporta a la veracidad de la historia ya que, en los años 80, estando en la preparación de terrenos para plantar vides, fueron encontrados los restos del extinto en el lugar donde estaba la capilla. Y pasaron los años. La viuda enfermó y los descendientes vendieron en lotes la hacienda, lo que dio origen al pueblo de Varillar. Debemos recordar que en su época de oro tuvo carnicería, almacén, botillería, verdulería, oficina de correo y telégrafo. Hoy en 2018, Varillar es un pequeño caserío enclavado en el Boquerón del Río Turbio, con escasos habitantes y aires propios de un pueblo apacible.